¡Hay dos maneras de explicar cómo saborear un buen café! La primera de todas se explica rápidamente: con calma. El café es la bebida caliente más consumida del mundo, pero mucha gente la tiene asociada a las prisas, al take away y a la fórmula mágica de despertarse por las mañanas. Desde Pero Café ya te confirmamos que esta no es la mejor manera de saborear un buen café. Busca un momento de tranquilidad, siéntate y disfruta de tu bebida.
El otro aspecto imprescindible sobre saborear un buen café es la preparación. Importante: tengas la cafetera que tengas se puede hacer buen café. Otra manera de hacerlo es confiar en los expertos y dejar que un barista que entienda la elaboración se ocupe de tu taza.
Tanto si te lo hacen como si quieres disfrutarlo sin salir de casa, estos son los imprescindibles de un buen café:
Café en grano y natural
Uno de los grandes pecados capitales, y motivo principal por el que en general la gente no saborea un buen café, es elegir café de mezcla o, peor todavía, torrefacto. El buen café tiene que ser natural sin nada más.
El cum laude se alcanza si te preparas el café comprando uno recién tostado y no dejas que pase más de un mes sin consumir. ¿Las razones? Muy sencillo: el café empieza a perder todas sus propiedades, aromas y sabores desde el momento que se muele. Por eso es tan importante la fecha del tostado. Además, en el momento que comienza a tener contacto con el aire empieza a oxidarse, motivo por el que insistimos en consumirlo en el plazo de, más o menos, un mes y guardarlo siempre en un recipiente hermético.
Si tienes un molinillo en casa vas a saborear más que un buen café
En Pero Café estamos encantados de que en plena era de las cápsulas se haya vuelto a popularizar el gusto por cómo saborear un buen café, que se ha traducido en un incremento de la demanda de especialidades y del aprecio por la correcta elaboración.
Conseguir café en grano es a día de hoy algo facilísimo: en tu localidad seguro que hay sitio donde lo venden. O se puede comprar online a tostaderos de gran calidad. La matrícula de honor es molerlo justo antes de prepararlo. La diferencia de hacerlo en ese momento o tenerlo ya molido es, sencillamente, toda. Al molerlo se rompe la estructura del grano y se da rienda suelta a los mencionados aromas y sabores. Para que no se pierdan y te los puedas llevar a la boca, si tienes un molinillo en casa te harás unas tazas inolvidables.
Hazte con la mejor cafetera posible
Una italiana, una de goteo o una automática pueden ser las mejores cafeteras para ti. Solo hay que saber cómo sacarles el máximo partido. Se cometen muchos errores típicos como no echar agua ya caliente a la italiana, prensar el café en su filtro o no descalcificar habitualmente las cafeteras eléctricas. Todo esto desemboca en algo nefasto: no poder saborear un buen café.
Lee muy bien las instrucción de las cafeteras automáticas o de goteo para conocer la utilización y el cuidado, usa agua mineral si es posible, limpia muy bien tu cafetera tras usarla y, en el caso de las italianas, sigue estos consejos rápidos:
- El agua en la cafetera hay que echarla ya caliente o calentarla primero sin el filtro y la parte de arriba.
- El café que echas al filtro de una italiana NO se presiona ni se comprime; simplemente hay que aplanar la superficie.
- Usa fuego medio-bajo. Como siempre tenemos prisa, se pone el fuego al máximo para que salga antes, pero esto solo quema el café y luego sabe fatal.
- La tapa de la italiana se deja abierta hasta que ha salido la mitad de café. Cierra en ese momento y retira del fuego lo antes posible. Sirve en la taza de inmediato.
Y, sobre todo, desde Pero Café te pedimos otra cosa más: nunca recalientes café. Ahora que ya te hemos dado los trucos, consulta con nosotros si te podemos ayudar en algo más.