El café es una bebida que acompaña a muchas personas en su día a día, pero ¿por qué se ha convertido en un ritual de sobremesa? ¿Qué beneficios tiene tomar café después de comer? ¿Qué tipo de café es el más adecuado para cada ocasión? Gracias a nuestra experiencia como proveedores de café en Ferrolterra, Eume y Ortegal conocemos este tipo de datos, por eso en este artículo te contamos algunas curiosidades sobre el café y cómo disfrutarlo al máximo.
Desde el siglo XVII
El café llegó a España en el siglo XVII, pero no fue hasta el siglo XVIII que se popularizó su consumo en las cafeterías, que se convirtieron en lugares de encuentro y debate social. El café era una bebida estimulante, que ayudaba a combatir el sueño y la fatiga, y que también tenía propiedades digestivas. Por eso, se empezó a tomar después de las comidas, especialmente del almuerzo, que suele ser la comida más copiosa del día en España.
Tomar café después de comer tiene varios beneficios para la salud. Por un lado, el café favorece la secreción de ácidos gástricos, que facilitan la digestión y previenen el estreñimiento. Por otro lado, el café contiene antioxidantes, que protegen las células del daño oxidativo y previenen el envejecimiento prematuro. Además, el café puede ayudar a controlar el peso, ya que acelera el metabolismo y reduce el apetito.
Diferentes tipos de café
Sin embargo, no todos los cafés son iguales ni tienen los mismos efectos, y en Pero Café lo sabemos muy bien. El tipo de café, el grado de tueste, la forma de preparación y la cantidad de leche o azúcar que se le añade influyen en su sabor, aroma y propiedades. Por eso, es importante saber elegir el café más adecuado para cada momento y persona.
En España hay una gran variedad de formas de tomar café, desde el solo hasta el cortado, pasando por el con leche, el manchado o el bombón. Cada uno tiene sus preferencias y sus trucos para preparar un buen café, pero hay algunos consejos generales que pueden ayudarte a disfrutar más de esta bebida:
- Elige un café de calidad, preferiblemente de origen arábica, que tiene más aroma y menos cafeína que el robusta. El tueste natural es mejor que el torrefacto, que tiene un sabor más amargo y menos propiedades.
- Usa agua mineral o filtrada, que no altere el sabor del café. La temperatura ideal del agua es entre 90 y 95 grados centígrados. No uses agua hirviendo ni recalentada.
- Muele el café justo antes de prepararlo, para conservar su frescura y aroma. El grado de molienda depende del tipo de cafetera que uses: más fino para las espresso y más grueso para las de filtro o émbolo.
- Usa la cantidad adecuada de café según tu gusto y la intensidad que quieras. Como referencia, se recomienda usar entre 7 y 10 gramos de café por cada 100 mililitros de agua.
- Si tomas café con leche, calienta la leche sin llegar a hervir y espúmala ligeramente con una varilla o un vaporizador. Añade la leche al café poco a poco, creando un contraste entre la crema del café y la espuma de la leche.
- Si tomas café con azúcar, endúlzalo con moderación y usa azúcar moreno o miel en lugar de azúcar blanco refinado. También puedes probar otros edulcorantes naturales como la stevia o el sirope de agave.
- Disfruta del café con calma, sin prisas ni distracciones. Aprecia su aroma, su sabor y su textura. Acompáñalo con una buena conversación o una lectura interesante.
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El café es una bebida que nos ofrece mucho más que una simple dosis de energía. Es una forma de cuidar nuestra salud, nuestro paladar y nuestro bienestar. Por eso, te invitamos a descubrir los mejores cafés del mundo en Pero Café, los distribuidores de café en Ferrolterra, Eume y Ortegal. Tenemos una amplia selección de cafés para todos los gustos y ocasiones. Contáctanos y déjate seducir por el aroma del buen café.